Saludos mis amigos chismosos. Yo sé que, aunque a ustedes no les guste reconocer su afición por el bochinche y la vocación por despotricar del prójimo, las visitas y reenvíos de mis columnas indican todo lo contrario, mejor dicho, cuadro, ustedes son troncos de chismosos, llaves.
Bueno, voy a tirárselas plena: a un año de las elecciones locales veo a mas de un concejal de Barranquilla más enredado que chicle en pelo e’ palenquera. Pilas que voy a cantar la zona y sin agüero, vale mía.
El primer embolatado es Recer Lee Pérez, concejal del Polo Democrático, pero elegido con los votos del senador Serrucho Desgranado. Dicen que Recer Lee está abierto de su mentor político y hoy anda cual perro sin dueño, buscando quien le financie su nueva aspiración, cosa que será bien complicada porque todo el mundo lo tiene medido como un faltón de tiempo completo.
Dicen mis chismosas fuentes que por donde los Char no quieren ver ni en caricatura a Recer Lee, que los secretarios de despacho se le esconden, porque llora más que una gata amarrada y cada día que pasa el embolate es mayor.
La pinta anda desesperada, buscando quien lo adopta políticamente y le ayude con una generosa contribución económica. Es que para colmo de males, por el Polo Democrático tampoco gustan de él, pues lo consideran traidor a los postulados de esa organización política.
A otro que veo barro es a Ernesto Aguilar. Ernestico es un bacán, saluda con una sonrisa radiante, abraza, mama gallo, pero no cumple compromisos. Dicen que se parece mucho al Emperador Toitico, una pinta que fue gobernador hace rato y todo se lo llevaba para él, mientras los amigos andaban mas lleva’os que la perra de Coopetran.
Lo peor del cuento es que a Ernestico lo tienen abierto de donde los Ashton. Su tío Iván parece que no lo va a apoyar, el sabelotodo de Villafañe, lleva a su hijo al Concejo y si está esperanzado en el senador Muñequito de Pudín, ahí sí se jodió, porque el falso congresista Liberal llevará candidato propio y no es exactamente Ernestico.
Viejo Ernestico, aferrarse políticamente al H.P. (honorable parlamentario), Muñequito de Pudín, es como cuando uno amarra a un burro a una mata de patilla, con la esperanza que el animalito quede inmovilizado. Ese agrandado de Muñequito no le cumple ni a la mamá.
Ñerda, cuadro, la vaina se embolató vale mía, porque algunos líderes, candidatos a edil y gente que le caminó a la pinta en las elecciones del 2015 se abrieron como el paraguas. Mejor dicho, cuadro, abiertos y picados como el bocachico.
Vea, vale mía, pero la lista de embolatados en el Concejo no para ahí. A este muro de las desdichas se suma el honorable concejal Jaime Hernández, exmiembro del Gatismo.
A este caballero lo abrió su exjefe político, Laureano Acuña, el Gato Volador, y hoy anda desesperadamente buscando tierra alta como la tanga. Dicen que Hernández ha tocado las puertas de todos los grupos políticos, pero nadie le para bolas. Algunos hasta lo comparan con la novia que sale en la antigua carretera a Puerto Colombia, pues anda deambulando sin rumbo alguno, cual fantasma, en la búsqueda de alguien a quien por lo menos pueda meterle miedo. Te veo Barreto en la tumbadora, viejo Jaime, mejor dicho, todo parece indicar que tu paso por el concejo fue debut y despedida.
Otro de los que están en el tíbiri tábara, es Juan Carlos Zamora. El man siempre ha desarrollado la política de la mano, o más bien, de la chequera lengua de vaca de Don Julio, sien embargo para estas elecciones el veterano financiador ya la cantó que no saca un peso mas para la política.
Ñerda, vale mía, barra la jugada porque el vale no halla ahora en cuál palo ahorcarse. Mejor dicho, quedó mas desubicado que cucaracha en fiesta de gallinas. Lo peor, es que a la pinta el alcalde no le contesta el teléfono y siempre lo ha visto, tratado y considerado, como una ficha de la hoy entrada en desgracia Aidita. Joda loco, le cayeron todos los males al vale.
Pero la lista no para. En la alineación titular del Atlético Embolatadeiro hay que incluir también a José Trocha, quien se agarró de un senador que ya no tiene credencial y que ha estado echándole vainas al alcalde y algunos secretarios. El man es la voz destemplada de Cambio Radical y tendrá que pararse muy firme, para no dejar que lo arrastren las turbulentas aguas del río Magdalena, con destino al balneario de Puerto Mocho.
Vea, compita, tampoco veo muy bien al supertransparente Chacho Carbó. En las próximas elecciones ya no estarán ni papá Segebre, ni la Gobernación para ayudarlo a elegirse. Tampoco es que haya gustado mucho su estilo de oposición irracional. Nada le gusta, nada le parece, nada está bien, todos son corruptos, todo hay que cambiarlo, nadie es honesto. Eche, loco, que se vaya mejor para las montañas del Tíbet, a ver si al lado de los monjes se siente a gusto.
Chacho pasó de ser un joven y carismático dirigente a un viejo amargado e intolerante. Ya es hora que vaya recapacitando acerca de su posición y comience a construir propuestas de ciudad. Ya es hora, viejo Chacho, porque te veo barro y sin futuro cuadro.
Otro man que va a necesitar mucho trabajo para poder sostenerse en el honorable Concejo es Alfonso Eckardt. El viejo tiene experiencia y es hábil para la política, se sabe acomodar y navega bien en las movedizas arenas políticas, sin embargo el Centro Democrático llevará una lista fuerte al Concejo y le tocará al viejo Eckardt apretar el trabajo para que no termine ahogado.
Bueno, loco, ya se las tiré. No se vayan a sorprender si alguna de estas pintas se ahoga. Yo simplemente estoy cumpliendo con el deber de todo buen ciudadano, entregándole la información precisa y certera a la comunidad, para que no se vayan a embarcar en causas perdidas. Huele a Puerto Mocho en esta, lista cuadro. Me abro. Chao, pescao.