Este será un fin de año triste para una familia residente en el barrio El Tapón, del municipio de Ponedera.
Primero, uno de sus miembros, de apenas 15 años, perdió la mano izquierda por manipular la pólvora negra de un arma hechiza el pasado martes. Y ahora su primo, Yei José De la Hoz Ferrer, de 21 años, fue asesinado a golpes y un disparo en la espalda que perforó uno de sus pulmones.

La muerte de este joven se produjo la madrugada de este domingo, en medio de una trifulca que inició en un reconocido estadero situado en la vía principal de Ponedera y se extendió hasta la vía pública.
La versión de la familia apunta que Yei José se encontraba en ese establecimiento departiendo con su esposa y una amiga llamada María Alejandra Castillo Guzmán.
Al parecer bajo los efectos del alcohol, Yei y un amigo tuvieron una diferencia por una botella de ron, por lo cual iniciaron un forcejeo.
Según la familia “era en juego”, pero para el vigilante del negocio era el inicio de una riña que podía acabar con el buen ambiente que se vivía cuando el reloj marcaba la 1 de la madrugada.
“El vigilante lo sacó a la fuerza, mientras mi hermano le insistía que no estaba peleando. Entonces Yei cogió una botella y se la reventó en la cabeza. Como no se fue del lugar, al rato llegó la Policía y ahí lo encontró. Lo esposaron y entre varios comenzaron a patearlo. Luego uno de los policías le disparó”, contó Steicy Milena, hermana, en diálogo con Hora 7/24.
Aún con las esposas puestas y malherido, Yei José fue arrastrado, según la familia, hasta el hospital municipal, donde los médicos confirmaron que requería una remisión inmediata a un centro asistencial de mayor complejidad.
“Pero la ambulancia tardó más de una hora y mi hermano se desangró”, dijo Steicy.
Cuando la ambulancia lo recogió y trasladó hasta el municipio de Sabanalarga, ya este hombre que trabajaba para una firma contratista, armando y pintando torres, había fallecido.
En medio de la trifulca, también resultó afectada la amiga de Yei, María Alejandra, quien se encuentra embarazada. A la joven de 23 años le partieron la cabeza y tuvieron que tomarle 20 puntos de sutura.

En el hospital del municipio también fue atendido el guarda de seguridad del establecimiento.
La familia de Yei definió al joven como un hombre trabajador, dedicado a su hijo de 6 años y su mujer, que de vez en cuando le gustaba salir a departir con su familia y amigos.
Para ellos el hecho de que el vigilante se metiera a mediar “en una supuesta pelea que nunca existió”, fue lo que desencadenó en su muerte.
La Policía del Atlántico hasta el momento no se ha pronunciado sobre este hecho en el que uno de sus hombres, de acuerdo con la versión de testigos, le disparó y segó la vida a un ciudadano ponederense.