El mantenimiento de los espacios deportivos debe ser una prioridad en la Alcaldía de Barranquilla, la cual ha invertido miles de millones de pesos en este aspecto durante las tres últimas administraciones. Se espera que sea primordial el cuidado de todos los escenarios, desde una cancha barrial hasta el mismísimo estadio Metropolitano, que justamente hoy emite un SOS debido a que la grama está totalmente destruida.
HORA 7/24 verificó la denuncia realizada por uno de nuestros lectores, uno de esos miles de barranquilleros dolientes del Metropolitano, de esos a los que les afecta cada cosa que ocurre con este emblemático estadio. “Visiten al Metro. El terreno de juego es un peladero”, dijo.
Este medio obtuvo imágenes en exclusiva de cómo luce actualmente el campo del Coloso de la Ciudadela.
En las fotos se evidencia que un segmento de la cancha, que atraviesa el largo del terreno, es solo arena. En los sectores de ambas bandas, se observan lotes de grama quemada.
El césped está amarillo en su mayoría, distante del verde vivo que alguna vez ‘vistió’ el tapete que en las últimas Eliminatorias Sudamericanas atestiguó la clasificación de Colombia al Mundial de Fútbol Rusia 2018 y que también engalanó las campañas del bicampeonato de Junior en 2018 y 2019.
¿Por qué el gramado está así?, esa es la pregunta del millón, si es que apenas el pasado 12 de febrero los medios locales y nacionales publicaron que el Metropolitano seguiría siendo la Casa de la Selección luego de una inspección realizada por autoridades del balompié tricolor. ¿Qué pasó en los últimos tres meses para que la grama agonizara de esta manera?
Fuentes de entero crédito le contaron a este medio que desde enero pasado el 80 % del personal (unos 60 empleados) que trabajó durante la última década en el Metro fue removido por orden distrital. “Esto se traduce en que el mantenimiento no es el mismo, los nuevos no conocen cómo se maneja el terreno. Barranquilla, por su clima y suelo, supone un trato particular al gramado de sus escenarios y los que están ahora no han podido mantener en óptimas condiciones el césped”.
¿Inversión perdida?
En noviembre de 2016, Alex Char, alcalde de Barranquilla en ese tiempo, anunció inversiones por 9 mil millones de pesos para una remodelación total del ‘Metro’, que solo para el terreno de juego tuvo un rubro de 900 millones de pesos.
En aquella época instalaron en el Roberto Meléndez una grama de nombre Bermuda 419, la cual era la exigida por la Fifa. Desde marzo de 2017, esas obras se mantuvieron a la altura de las exigencias competitivas: compromisos de clubes profesionales locales y eliminatorias mundialistas.
La inversión de 2016 pareciera que llegó hasta 2020, cuando es urgente una inyección económica en el gramado.
La última referencia pública del alcalde de Barranquilla Jaime Pumarejo sobre el Metropolitano fue conocida el 4 de marzo de 2020, antes de que estallara la crisis del COVID-19. Aquel día, en entrevista con un medio barranquillero, el mandatario aseguró que subastaría el nombre del escenario y anunció una serie de remodelaciones: cambios de luces, palcos de prensa, parqueaderos, camerinos, ascensores, de todo menos mejoramiento o adecuación del gramado.
Si bien es cierto que ahora la Alcaldía de Barranquilla podría anunciar que la grama se encuentra así porque está sometida a trabajos de adecuación, la incertidumbre latente es cuánto le costará al Distrito, apoyado en los impuestos de los barranquilleros, dejar el gramado como estaba en 2017, ¿otros 900 millones de pesos o más?
Romelio Martínez, también en crisis
El abandono que padece el Metropolitano es el mismo mal que sufre el estadio Romelio Martínez, entregado en 2018 para los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
La grama del Romelio, la Bermuda 419, luce amarilla, seca, en casi un 75 %. En algunos sectores del campo se pueden ver parches en los que la arena es visible, es decir que ni siquiera tiene césped.
Panorama complicado en la gestión de Pumarejo, que carga a cuestas la presión del último mandato de Alex Char, que en su rendición de cuentas 2016-2019, en el apartado de espacios para el deporte: adecuación, construcción y mejoramiento de 15 escenarios deportivos, tuvo 100 % en consecución de metas en los tres primeros años, con un 300 % en 2019.
¿Tendrá Pumarejo, criticado en temas como el manejo de la crisis del coronavirus, un equipo de trabajo idóneo para igualar o aproximarse a las cifras plasmadas por Alex Char?
Es que no basta con usar camisas manga corta y jeans para emular grandes gestiones, se necesita más que un lenguaje juvenil o descomplicado para cumplir con las necesidades de Barranquilla. ¿Será que Pumarejo escogió bien a su gabinete, por lo menos en lo que compete al deporte para administrar los intereses de la ciudad?
Preocupa cómo Pumarejo maneja los hilos que mueven a Barranquilla, tanto así que los líderes de barrios, ediles y concejales no tienen buena relación con él, no creen en él, no lo apoyan.
La grama del Metro, destruida porque simplemente la olvidaron y con eso se botó una inversión de 900 millones de pesos, es un ejemplo de gestión errada de un alcalde mal asesorado, que improvisa día a día. ¿Para dónde va la administración distrital?