Fania Perales es una barranquillera de 35 años residente en Estados Unidos hace 15 años. El pasado 31 de marzo le anunciaron que dio positivo para Covid-19, convirtiéndose en uno de los 245.213 casos de coronavirus en ese país.
Perales trabaja para AirPort Employment Training Center en el Aeropuerto Internacional Hartsfield–Jackson de Atlanta, lugar donde contrajo el virus según nos comenta.
“Un compañero me dijo que sintió varios síntomas por tres días, luego volvió a trabajar, yo empecé a hablar con él, al tratarlo, aunque él no tenía ningún síntoma grave, el llevaba el virus, 10 días después me pasó a mí”, comentó.
Perales puso en evidencia la ineficacia del sistema de salud de ese país para detectar los casos de COVID-19, dijo que los médicos le pusieron un plazo de tres a cuatro días para entregarle el resultado de la prueba, y no fue sino hasta el décimo día que le dieron la mala noticia.
A propósito del tema de la demora en entregar los resultados, el cirujano e investigador de políticas de salud en Harvard, Thomas Tsai, le dijo a la BBC que, “Gran parte de la culpa de la situación se debe al retraso en las pruebas en Estados Unidos. Estábamos al margen, viendo cómo la pandemia se desarrollaba, sin capacidad para hacer tests e identificar casos antes. Y eso resultó en la propagación masiva de coronavirus por todo Estados Unidos”.
Otro tema preocupante el cual menciona Fania Perales en su testimonio, es la falta de medidas para evitar el contacto social, disposiciones que han servido para controlar la expansión del COVID-19 en China e Italia, y que están implementando todos los países de América Latina, ya sea decretadas por los gobiernos, o por iniciativa de las personas.
“Hace poco en la ciudad de Atlanta y en los alrededores, anunciaron distanciamiento social y toque de queda, pero aquí apenas empezó hace unos días que es el Condado de Kleyton, donde hay bastante personas infectadas, cosa que pienso que están muy atrasado, tanto en las medidas preventivas, como a las personas que tienen los síntomas y no les quieren hacer las pruebas”, dijo la barranquillera.
Así mismo, dijo que siente angustia, porque su esposo tiene síntomas, cree que su hijo de 6 años también puede estar contagiado, además, ella vive con su suegro el cual tiene 73 años.
“Mi hijo, es un niño con autismo, y para él es un poco difícil controlarlo, porque a veces no entiende que tenemos que estar en un solo lado para no pasarle la enfermedad a otra persona, de vez en cuando asimila que tiene que estar encerrado en su cuarto. Aunque no presenta ningún síntoma, se nota que tiene, aunque no lo está padeciendo”, mencionó.
Respecto a su esposo, dice que está presentando síntomas, automáticamente se dirigió al médico donde le dijeron que las pruebas en el estado de Georgia son limitadas, y que están priorizando a los que tienen padecimientos fuertes.
En cuanto a las ayudas por parte del Gobierno, Perales dice que “hasta el momento no hemos recibido ninguna ayuda del Gobierno de los Estados Unidos”.
Por último, invitó a las personas a acatar las medidas impartidas por sus gobernantes y a lavarse muy bien las manos con frecuencia.
“Esto es una cosa real, está pasando en todo el mundo y esto no distingue ni de raza, ni género, ni edad, a todos nos puede pasar”, concluyó.
Por su parte, la propia Casa Blanca estima ahora que el nuevo virus podría provocar entre 100.000 y 200.000 fallecimientos en el país.