El pasado 24 de diciembre no fue la mejor Navidad para la familia de Jhony Javier Mena Mejía. Ese día, a las 10:20 de la noche, fue baleado por un desconocido cuando se encontraba en un motocarro dando vueltas en el barrio Ciudad Camelot de Soledad.
“Según me comentaron los vecinos, mi hermano estaba en un billar del barrio y allí se montó o lo montaron en un motocarro. Ya cuando iba bajando por la vía principal le dispararon en la cabeza y lo tiran frente a un gimnasio”, contó Yaneth Mena, hermana de la víctima.
Otra hermana del fallecido fue avisada del crimen y lo auxilió y llevó hasta la Clínica Agrupasalud. Sin embargo, por la gravedad de la herida fue remitido a la Clínica General de Soledad, donde murió a las 9:00 de la noche del 26 de diciembre porque ya “medio cerebro no funcionaba”.
El hecho se conoce solo hasta hoy, según la familia, porque las autoridades no lo reportaron. Además, porque no quieren que su muerte quede impune.
“Aún no hay capturado y la Policía no ha revisado las cámaras de seguridad del sector para identificar a los responsables del hecho. Por eso pedimos que avancen en las investigaciones”, dijo la familia.
Mena Mejía era natural de Cúcuta, Norte de Santander. Sin embargo, se trasladó al Atlántico huyendo de la violencia que fue víctima su familia, luego de que secuestraran y mataran a su padre, un líder social, en 1999.
El joven, quien dejó tres hijos de 4 y 5 años, así como un bebe de tres meses de nacido, se dedicaba a transmitir bailes de champeta en la aplicación telefónica de Tango, donde ya tenía más de mil seguidores.