Contrario a las cifras que manejó el Distrito de Barranquilla, de cero niños quemados, en el Atlántico, se registraron tres menores quemados entre la Noche de Velitas y la madrugada del 8 de diciembre, según reportó el Sistema de Vigilancia Epidemiológica y el Centro Regulador de Urgencia y Emergencias de la Gobernación.
Los casos corresponden a una adolescente de 15 años, en Sabanalarga; uno de 11 y otra de 4 años, en Soledad. Además, fue reportado un adulto de 28 años de Ponedera.
La adolescente de 15 años presenta quemadura con un ‘matasuegra’ en el dedo pulgar de la mano derecha. Fue atendida en el hospital Departamental de Sabanalarga y dada de alta.
El niño de 11 años tuvo quemaduras de II grado en palma de la mano derecha y primer dedo derecho, ocasionadas por un volcán. Fue dado de alta.
La pequeña de 4 años también presentó quemadura de segundo grado en el ojo izquierdo (esclerótica), producida por un artefacto pirotécnico lanzado al aire. Por su condición, se encuentra en proceso de remisión por oftalmología.
El adulto quemado de Ponedera fue Alberto Valles Polo, quien tuvo quemadura en el dedo medio de la mano derecha, producida por un artefacto tipo volcán. La herida solo comprometió la uña del mismo dedo.
El secretario de Salud del Atlántico, Armando De la Hoz, lamentó los casos.
“No comprendemos por qué las personas insisten en permitir que los niños manipulen la pólvora, si se demuestra cada año el peligro que representa para la integridad física de los menores”.
Recordó que los padres y adultos cuidadores son los únicos responsables por las lesiones que ocasiona la pólvora en los niños. “Les pedimos tomar conciencia. Que este año termine sin más quemados. No expongamos la salud y el futuro de nuestros menores”.
El funcionario hizo referencia a la campaña institucional que la Gobernación del Atlántico lanzó para prevenir quemaduras en estas fiestas de Navidad y Fin de Año.
“Es de vital importancia asimilar el riesgo que conlleva la manipulación de fuegos pirotécnicos, memorizar que cada niño quemado tiene menos posibilidades de desarrollarse de manera óptima.
En lo que va corrido de este diciembre, se ha reportado un caso de intoxicación por ingesta de fósforo blanco por parte de una niña de 11 meses de nacida que se comió un triquitraque, en Soledad. Y de una niña de un año en Barranquilla.