El acto legislativo para la Reforma Política fue archivado por el Senado por 68 votos a favor y 2 en contra. Esto como resultado de un pedido hecho en nombre del Gobierno por el ministro del Interior, Guillermo Rivera, quien aseguró que la reforma le abriría las puertas política a “coaliciones, transfuguismo y un CNE que no sea realmente independiente de los partidos”.
Para Rivera, lo mejor era “pasar la página” y centrar la atención en otros proyectos como el que le otorga 16 curules a habitantes de las zonas más golpeadas por el conflicto, teniendo en cuenta que mañana expira el ‘fast track’ que permite agilizar su trámite.
Esta exhortación de Rivera generó rechazo por parte del ponente de la Reforma Política, Roy Barreras (Partido de la U), quien le recriminó el hecho de que haya decidido optado por hundirla en lugar de retirarla.
Esta Reforma, que hacía parte del acuerdo final entre Gobierno y Farc, pretendía facilitar el ingreso a la política a nuevas fuerzas, flexibilizando las condiciones para el nacimiento de partidos alternativos.
No obstante, en su tránsito por la Cámara de Representantes sufrió algunas modificaciones que pusieron en alerta varios sectores. Por ejemplo, la MOE, en carta dirigida al presidente Juan Manuel Santos, sugirió retirar la reforma que permitía, entre otras cosas, el transfuguismo.