El escándalo por violencia de género de los colombianos jugadores de Boca Juniors, Edwin Cardona y Wilmar Barrios, dos meses después vuelve a revivir. Una de las mujeres involucradas habló para el programa Código Barras de Argentina y el tema se volvió a encender en plena fecha Fifa.
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Cinthia Giménez aseguró que perdió su bebé producto del estrés que sufrió la noche del 14 de enero en Puerto Madero, en la que sin dar mayor detalles, contó que hubo “sexo, drogas y alcohol”.
“Nunca levanté la denuncia y me acreditaron las lesiones. Tomaré otras medidas y voy a empezar de nuevo con todo lo legal”, dijo la mujer, quien afirmó que “lo único que me importaba era proteger a mi bebé y eso se rompió; siento que se están burlando. Escuché que decían que nos perdonaban. ¿Acaso son dioses? Tengo mucha bronca. Pero hay que seguirlo judicialmente más allá del miedo. Quiero que se haga justicia por mi bebé”.
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La bailarina expresó que ha sufrido mucho por la pérdida de su bebé y desde entonces ha estado desconsolada.
“Desde aquel domingo lloré todos los días. Me angustié mucho. Yo sentía que algo me iba a pasar. Tenía miedo de que viniera un loco y me pegara un tiro”.
El escándalo se destapó tras las acusaciones de Giménez y Katherine Alayo, en las que señalaron a los futbolistas de haberlas agredido. Al parecer, los jugadores les pidieron que hicieran un show aquel domingo en el edificio Aleph, ubicado en la calle Petrona Eyre, de Puerto Madero, que sería propiedad del peluquero de los futbolistas conocido como Yaka, estas accedieron a bailar, pero los colombianos se habrían puesto violentos amenzándolas con una cuchilla y abofeteándolas.
La denuncia fue entablada en el Juzgado de Instrucción Número 6 a cargo de la magistrada Alejandra Provítola, como “privación ilegítima de la libertad, lesiones, violencia de género y abuso sexual”, pero una semana después cambió a “lesiones leves”.
La bailarina aseguró en el programa antes mencionado que Wilmar no la amenazó: “No me amenazaron ni me cortaron, pero Barrios sí bailaba y revoleaba la cuchilla, como macumbero. Estaban totalmente alcoholizados”.
Prosiguió diciendo que fue señalada y amenazada por un sector de la hinchada de Boca.
“Pedí plata y me fui una semana porque recibí muchas amenazas de hinchas de Boca y gente del club. Pedían que desmintiera todo, que me iban a cortar el cuello. Me llamaban y me amenazaban. Había gente que estaba en la puerta toda la noche haciendo guardia. No creo que me los hayan mandado los jugadores; creo que la gente se nubla por el fanatismo. Yo denuncié la violencia y el maltrato, sea de un jugador o del papa”.
“No saben tratar a una mujer. Me sentí muy ultrajada y con el tema del bebé me sentí humillada. Nunca pensé en hacer un escándalo. Yo no quería que los apartaran del equipo. Lo único que quiero es justicia, no busco que los echen. Si la justicia determina que tienen que ir presos, que sea así. Yo no sé de condenas. Lo único que sé es que la vida de mi bebé no me la devuelve nadie, ni nadie me saca los malos momentos que pasé. Me sacaron lo único que tenía que era mi bebé”, relató Cinthia Giménez.
Wilmar Barrios y Frank Fabra (quien estuvo en el departamento pero no fue señalado por las mujeres), se enteraron de las declaraciones de Giménez en Londres, donde se encontraban con la Selección Colombia, mientras que Edwin Cardona se quedó en Argentina por una lesión.
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