La mejor campaña de Junior en Copa Libertadores de América la realizó en 1994, año en que avanzó hasta semifinales, de la que quedó eliminado al caer por tiros desde el punto penal con Vélez Sarsfield, que a la postre se coronaría campeón del torneo continental.
La serie contra los argentinos fue vibrante. En la ida, en Barranquilla, Junior ganó 2-1 con dos soberbios goles de Iván René Valenciano, que pateó con tanta violencia que fusiló al portero paraguayo José Luis Chilavert. El primero fue de pierna derecha, luego de que Víctor Pacheco se llevó a varios rivales y se la dejó servida, y el segundo un zurdazo tras una pared con Carlos Araújo, que le dobló las manos a Chilavert, quien se salvó de otro gol del ‘Bombardero’ tras el cobro de un tiro libre que se estrelló en el travesaño.
En la vuelta, una semana después en el estadio José Amalfitani, Vélez se impuso por idéntico marcador, lo cual forzó la definición desde los doce pasos. El equipo dirigido por Carlos Bianchi impuso un ritmo arrollador desde el comienzo y apenas en 12 minutos estaba arriba con goles de Cristian Bassedas y José ‘Turu’ Flores, quien también anotado en el primer duelo.
Por Junior descontó Valenciano, en el minuto 18, con un impecable tiro libre que Chilavert solo siguió con la vista. El paraguayo lo describió como “un tiro libre de otro planeta”. Vélez tuvo muchas ocasiones para anotar el tercero, pero el arquero José María Pazo tuvo una noche inspirada y lo tapó casi todo.
La definición desde el punto penal estuvo cargada de mucha tensión y dramatismo. Comenzó pateando Vélez a través de Roberto Trotta, quien puso a ganar a su equipo. Por Junior abriría la tanda Valenciano, a quien Chilavert intentó de todas las formas sacar de concentración. Esto originó el ingreso a la cancha del técnico Julio Comesaña, quien le reclamó al árbitro chileno Iván Guerrero la actitud del portero guaraní, que terminó amonestado.
Valenciano no comió de cuento y marcó el 1-1 fusilando nuevamente a Chilavert y recordándole que lo había vencido cuatro veces en la serie. Chilavert puso el 2-1 a favor de Vélez y Alexis Mendoza el 2-2 para Junior. Flavio Zandoná y Carlos Valderrama también anotaron y dejaron la serie 3-3. Roberto Pompei y Oswaldo Mackenzie tampoco fallaron y decretaron el 4-4.
A continuación, por Vélez, pateó el ‘Turu’ Flores y atajó Pazo para dejar a Junior a un solo cobro de pasar a la final. Ahí se originó un conato de bronca entre jugadores de ambos equipos provocado por Mackenzie, que empezó a cargar a los argentinos tras el penalti botado. Varios de estos lo increparon y estuvieron a punto de agredirlo.
Chilavert también empezó a calentar el ambiente para tratar de desconcentrar al siguiente cobrador de Junior: Héctor Gerardo Méndez. El volante uruguayo tenía en sus botines el tiquete para pasar a la final de la Copa Libertadores, pero su cobro fue atrapado por Chilavert, quien celebró dando brincos y besando la pelota. Ese triste episodio, fue bautizado por Abel González Chávez como el ‘chorrito de Méndez’.
Cada equipo tenía un cobro más. Por Vélez pateó Pepe Basualdo y convirtió para poner la definición 5-4 y por Junior le tocó el turno a Ronald Valderrama, quien estaba obligado a meterla para que Junior siguiera con vida en la Copa. El samario le pegó fuerte, pero la pelota se estrelló en el vertical y sentenció la eliminación del equipo barranquillero del torneo.
En el festejo, los de Vélez fueron a buscar a Mackenzie para cobrarle la cargada cuando botó el ‘Turu’ Flores. El ‘Pibe’ Valderrama, que ya lo había reprendido en el campo tanto a Mackenzie como a Francisco Cassiani, lo volvió a hacer en el camerino. El capitán rojiblanco entendía que esa trifulca en el campo había distraído a Méndez, quien para el ‘Pibe’ era uno de los que mejor cobraba.
El ‘Pibe’ era el que más anhelaba ese título de Copa Libertadores, ya que fue al único jugador que responsabilizaron de la eliminación tempranera de Colombia en el Mundial de Estados Unidos, ese mismo año. En todos los estadios del país en donde iba a jugar con Junior lo silbaban y lo insultaban. Por eso, no levantar ese trofeo, sobre todo cuando se estuvo tan cerca, fue su mayor frustración en su paso por el conjunto tiburón. Después de mucho tiempo, el ‘Pibe’ sigue estando convencido de que Junior le hubiera ganado esa final al Sao Paulo de Telé Santana.
En esa Copa Libertadores, Junior pasó como tercero tras jugar una primera fase irregular con los paraguayos Olimpia y Cerro Porteño e Independiente Medellín. En octavos eliminó al Colo Colo por tiros desde el punto penal, una serie muy recordada porque en Santiago Junior perdía 2-0 y logró empatar con goles de Miguel Guerrero y Luis Grau. En cuartos sacó al Medellín tras ganarle 2-0 en el Atanasio Girardot con goles de Oswaldo Mackenzie y Ronald Valderrama y empatar 0-0 en Barranquilla. Para este último partido, Junior no pudo contar con Luis Carlos Perea, transferido al Toros Neza, y en la serie contra Vélez tampoco estuvo el ‘Niche’ Guerrero, vendido al Bari de Italia.
El enfrentamiento entre Junior y Vélez también marcó el inicio de una gran rivalidad entre Iván René Valenciano y José Luis Chilavert, que dos años después se trasladó al partido entre Colombia y Paraguay, en Barranquilla, en el inicio de la eliminatoria para el Mundial de Francia 98.
A Chilavert, a su llegada a la ‘Arenosa’, le preguntaron por Valenciano y le envió un mensaje directo: “Díganle a Valenciano que deje de comer tanto postre porque está muy gordo”. Valenciano ripostó recordándole los cuatro goles que le hizo con Junior en aquella serie contra Vélez.
El ‘Bombardero’ fue inicialista en ese encuentro y trató por todos los medios hacerle un gol a Chilavert para callarle la boca, pero el paraguayo solo fue vencido por un certero remate de media distancia de Faustino Asprilla, que le dio el triunfo 1-0 a Colombia.
Por Manuel Ortega Ponce