Una tarjeta roja a Gabriel Fuentes (su octava con Junior) en el minuto 29 del segundo tiempo, tiró por la borda todo el trabajo del Junior, que a esa altura del partido derrotaba 1-0 al América en el estadio Pascual Guerrero.
El lateral izquierdo samario, en una historia que ya es repetida, le tiró un codazo sin pelota al chileno Rodrigo Ureña y terminó expulsado luego de que el árbitro Éder Vergara recurriera al VAR para ver la acción.
A partir de allí vino el desplome del Junior, que iba ganando desde el cierre del primer tiempo gracias a un gol de Juan David Rodríguez y no sufría el partido, ya que controlaba bien los tibios ataques del América.
Pero en el minuto 32, tras el cobro de un tiro de esquina, el recién ingresado Mateo Ortiz remató de primera y la mandó al fondo de la portería defendida por Éder Chaux para igualar las acciones.
En el 36, Deiner Quiñones, desde la derecha, colocó un pase hacia atrás para Ureña, quien remató a ras de piso, inatajable para Chaux, y puso el 2-1 a favor del conjunto escarlata.
Sobre el final, una pelota mal rechazada por Freddy Hinestroza le quedó a Adrián Ramos, quien sin contratiempos fusiló a Chaux para decretar el 3-1 definitivo. Este gol revivió los fantasmas que padeció Junior en el partido del miércoles contra Libertad de Paraguay en el que todos los goles fueron productos de horrores defensivos.
En el primer tiempo, antes del gol de Rodríguez, Éder Chaux había salvado al Junior tras un remate de Joao Rodríguez y un rebote de un tiro libre cobrado por Carlos Sierra que le quedó a Jerson Malagón y que no fue gol por la oportuna intervención del cancerbero rojiblanco.
Pero la más importante de Chaux fue la pena máxima que le atajó a Carlos Barreiro en el minuto 24. La acción fue sancionada por una falta dentro del área de Germán Mera sobre Émerson Batalla.
En el segundo tiempo, Junior se vio perjudicado por una jugada en que la pelota traspasó la línea de gol tras un tiro libre ejecutado por Hinestroza. Los jueces del VAR la analizaron y consideraron que no hubo gol, por lo cual el árbitro Vergara reanudó con saque de meta.
Dos derrotas en dos salidas acumula Junior, con siete goles en contra producto, casi todos, de errores infantiles de su defensa. Eso es condenable, como la actitud irresponsable de Gabriel Fuentes, que volvió a dejar al equipo en inferioridad numérica cuando este estaba arriba en el marcador. Una historia que se repite, pero parece que no deja ninguna enseñanza al jugador samario, que por acciones similares vio la roja contra Santa Fe por Copa Sudamericana (2018), Nacional por Liga (2018), San Lorenzo por Copa Libertadores (2019), Medellín por Liga (2019), Santa Fe por Liga (2019), Tolima por Liga (2019) y este año por Liga contra Santa Fe.
Preocupante el panorama para Junior, que el próximo miércoles visitará a Libertad, en Asunción. Si el equipo no se pellizca y deja de cometer tantos errores infantiles en el fondo, se expone a una debacle mayor a la que ha sufrido en estos dos primeros partidos del segundo semestre.