Más de 150 ballenas piloto se quedaron varadas en la bahía de Hamelin, situada a unos 315 km de Perth en el suroeste de Australia. Se estima que alrededor de la mitad de los animales murieron tras el suceso.
Hasta el momento, un grupo de expertos y voluntarios se encuentran en la bahía, para evaluar la situación e intentar salvar a las 50 ballenas que quedan vivas en la playa y a otros 25 que están en aguas poco profundas.
Las autoridades han cerrado las playas de la zona alertando a los ciudadanos por la presencia de tiburones, que en esa parte del país provocan la muerte ocasional de humanos.
Estos cetáceos, llamados también ballena calderón tropical o de aleta corta, suelen medir entre cuatro y 5,5 metros. La ballena piloto habita aguas tropicales y subtropicales en grupos de más de 100 miembros.