En la 35ª jornada, el argentino fue suplente con vistas al inicio de las semifinales de Champions, el miércoles ante el Liverpool. En el campo tras el descanso, el cinco veces Balón de Oro ofreció el título a su equipo con un disparo cruzado en el minuto 62, dando el primer paso para el triplete (Liga-Copa-Copa de Europa).
En una jugada enrevesada, el chileno Arturo Vidal ganó el balón en la frontal y cedió para Messi, al que solo le hizo falta un regate y un tiro cruzado para sellar el triunfo y el título.
Fue el 34º tanto del argentino en la actual edición de la Liga, rozando ya su sexto trofeo de Pichichi -máximo goleador-, que le permitirá igualar con el mítico delantero vasco Telmo Zarra (seis títulos entre 1945 y 1953).
En un partido con nervios por las dos partes -el Levante (15º) pelea por no descender-, la fiesta en el Camp Nou estuvo a punto de chafarse en el minuto 90, pero el poste salvó el gol visitante.
Antes el Atlético había cumplido su parte para seguir en la carrera por el título al vencer 1-0 al Valladolid (17º).
Los ‘colchoneros’ del argentino Diego Simeone se valieron de un gol en propia del blanquivioleta Joaquín a centro de Saúl (66). Y si conservaron su ventaja fue en gran parte gracias al arquero esloveno Jan Oblak, y por una decisión polémica del árbitro, quien tras recurso al VAR, no concedió penal al Valladolid por mano del colombiano Santiago Arias (87).
La Liga 2018-19 es el 34º trofeo de Messi con el Barcelona, un récord absoluto en la historia del club, que permite de paso al argentino acercarse al jugador que más Ligas ha ganado en la historia de la competición: la antigua gloria del Real Madrid Paco Gento (12 títulos), al que se acerca con sus 10 Ligas.
– Máximo goleador –
Este nuevo éxito afianza el dominio de los catalanes en los últimos años, ya que desde que Messi entró en el equipo azulgrana, el Barça ha ganado la Liga en diez ocasiones, ocho de ellas en los últimos once años, lo que muestra la regularidad del pequeño delantero.
Antes de Messi, el Barça contaba con menos de la mitad de Ligas que el Real Madrid (16 frente a 29). Con Messi, los catalanes están más cerca con 26 frente a 33.
“Nuestro primer objetivo es la regularidad, ser los mejores cada día”, resumía en otoño el técnico Ernesto Valverde, que ganó el sábado su segunda Liga en dos años.
Toda la temporada su equipo brilló por su fiabilidad, descartando a rivales directos (5-1 y 1-0 frente al Real Madrid, 1-1 y 2-0 contra el Atlético) y negándose a perder con varias remontadas fantásticas.
Messi ha sido determinante y ha dominado la clasificación de goleadores con 34 tantos, cifra que le permite ampliar su diferencia como mejor goleador de la historia de la Liga (417 tantos). Ya roza su sexto trofeo ‘Pichichi’ -máximo realizador del campeonato-, que le permitirá igualar con el mítico delantero vasco Telmo Zarra (seis títulos entre 1945 y 1953).
Domina también la clasificación de las asistencias (13 pases decisivos) y el de las faltas directas marcadas (6). Y se ha visto apoyado perfectamente por su amigo uruguayo Luis Suárez (21 tantos), al punto de acumular entre los dos casi tantos goles que el conjunto de los jugadores del Real Madrid (60).
Con la Liga, el Barça ha dado su primer paso hacia un posible triplete Liga-Copa-‘Champions’, como en 2009 y 2015.
El equipo puede abordar ahora confiado y con moral su semifinal de Liga de Campeones contra el Liverpool (1 y 7 de mayo), una competición convertida en objetivo primordial por Messi.
Y antes de una posible final europea el 1 de junio en el estadio Metropolitano, el Barça puede apuntar a un nuevo récord en la final de la Copa del Rey el 25 de mayo contra el Valencia: ser el primer equipo en ganar este trofeo cinco años consecutivos.