P: – ¿El zika debe seguir preocupándonos? R: – El zika disminuyó en términos numéricos y hoy hay pocos casos. Eso hizo que prácticamente despareciera de la prensa y de la agenda política, pero en términos simbólicos la epidemia del zika no acabó porque sus repercusiones continúan. Necesitamos una mayor protección a las familias afectadas y resolver muchas cuestiones científicas que están sin respuesta. P: – ¿Qué preguntas quedaron en el aire? R: – Por ejemplo, la forma de transmisión del zika. El mosquito Aedes Aegypti es el principal transmisor, pero también se comprobó que puede transmitirse por vía sexual. Sin embargo, no se sabe exactamente la carga viral o la capacidad de esa transmisión. Otra pregunta, sobre la transmisión vía placenta. ¿Por qué fueron mucho más severos los casos de microcefalia en el nordeste en comparación a otros estados? P: – ¿Hay un riesgo real de una nueva epidemia de zika en Brasil? R: – No tenemos un histórico de la epidemia del zika como lo tenemos, por ejemplo, del dengue. No conocemos la inmuno-resistencia de la población y tampoco sabemos si quienes contrajeron zika lo pueden volver a contraer. Muchos estudios de modelos epidemiológicos y de estadísticas apuntan a que en tres o cuatro años podría haber una nueva epidemia, o tal vez en menos tiempo. Es un ejercicio de futurología. En el caso del dengue, que llevamos investigando hace más de 30 años, vemos que es cíclico, que tiene olas epidemiológicas cada dos o tres años. ¿Tendremos una nueva epidemia o no? ¿Cómo será su extensión? ¿Generará nuevos casos de microcefalia? Hay muchas preguntas sin resolver.
Familias en México y Centroamérica lloran a trabajadores muertos en derrumbe de puente en Maryland
AZACUALPA, Honduras (AP) — Los trabajadores de construcción que desaparecieron en el derrumbe de un puente en Baltimore llegaron a...