Estados Unidos superó el martes las 200.000 muertes por coronavirus seis semanas antes de las elecciones presidenciales. Donald Trump, por detrás de su rival demócrata Joe Biden en las intenciones de voto, dijo que la cifra es “una vergüenza” y echó la culpa a China.
El presidente, que durante mucho tiempo minimizó la gravedad de la pandemia, utilizó su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, en un mensaje en video grabado, para atacar a Pekín por no haber detenido la propagación de lo que llamó el “virus de China”.
“Debemos hacer responsable a la nación que desató esta plaga en el mundo, China”, dijo Trump, durante la cita anual de los dirigentes del mundo entero, que debido a la pandemia se lleva a cabo casi enteramente en línea.
“Cuando la comunidad internacional está peleando realmente duro contra el covid-19, Estados Unidos está diseminando un virus político en la Asamblea General”, respondió el embajador de China ante la ONU, Zhang Jun.
En total, el covid-19 ha matado a casi 962.000 personas en todo el mundo y los contagios ya superan los 31 millones desde que el virus brotó en China a finales del año pasado, según cálculos de la AFP basados en cifras oficiales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó de la rápida progresión de los contagios, que rozaron los dos millones del 14 al 20 de septiembre en todo el mundo. Una cifra récord.