Las lágrimas y sollozos de Mirna Isabel Escocia Muñoz no son impedimento para clamar justicia y asegurar con vehemencia que uno de los patrulleros del cuadrante del barrio El Libertador de Soledad, fue quien le segó la vida a su hijo Emmanuel Rodríguez Escorcia, la noche del martes.
“¿Cómo le va a coger el arma al policía? Ahí pasó algo más. Dicen que él le puso el arma en la cabeza y le decía ‘párame bola’. Pero mi hijo no le prestaba atención y no sé si jugando o qué, pero lo único cierto es que le disparó y lo mató”, contó la mujer de 49 años.

Mirna relató que el tercero de sus seis hijos se encontraba conversando con unos muleros a los que le lavaba los vehículos, cuando pasó la mujer que administra el negocio de razón social Sol y Luna.
Él decidió irse con ella para el establecimiento.
“Ese es un burdel y las muchachas que trabajan ahí son amigas de él. La administradora le estaba mostrando unas fotos de las hijas, cuando llegaron los dos patrulleros. Ahí es donde todo es demasiado confuso y luego escuchan el balazo”, siguió contando la mujer.
Cuando Mañe, como era conocida la víctima, quedó malherido, boca arriba, el policía entró en shock y comenzó a gritar: “Mañe, mi hermano, no te mueras”.
Entre varios, uno de ellos era el mismo policía victimario, lo auxiliaron y trasladaron a la Campbell donde se produjo su deceso, tal como lo informó Hora 7/24.
Se conoció que el agente se desmayó al enterarse del fallecimiento de Emmanuel y luego fue sacado en una patrulla de la Policía por otros compañeros.

De otra parte, a las afueras de Medicina Legal, el padrastro de la víctima, Julio Arias Caicedo, exigió que las autoridades expliquen por qué si el patrullero dice que solo le propinó un impacto de bala accidentalmente, le aparecen dos heridas más (una con arma de fuego y otra con arma blanca).