El cuerpo de Julen, el pequeño niño de dos años que cayó en un pozo el pasado 13 de enero en Totalán, fue hallado sin vida por el equipo de rescate. El rescate no fue sencillo pues tuvieron que abrir un túnel vertical paralelo al pozo donde se encontraba el niño.
Al realizarle la autopsia se reconoce que el niño sufrió politraumatismos y que su caída fue de pie.
El examen determinó además, que el pequeño se lanzó de pie y sus brazos se encontraban hacía arriba. También fueron encontradas erosiones en su cuerpo compatibles con el roce durante la caída.
Los rescatistas fueron los indicados para revelar la noticia a los padres del niño, quienes ya habían perdido otro hijo tiempo atrás.