El sonado y extraño secuestro del empresario Rodolfo ‘Fito’ Acosta y la polémica que generó la forma en que apareció libre en su casa, suscitó una ola de conjeturas que fueron tema central de columnas de opinión y cadenas de WhatsApp.
Una de las informaciones se refirió a un supuesto vínculo del plagio de Acosta, ocurrido el 31 de agosto anterior, con la vuelta a Colombia de Alberto Orlández Gamboa, alias ‘el Caracol’, excapo del ‘Cartel de la Costa’ capturado por la Policía en 1998 y extraditado dos años más tarde a los Estados Unidos.
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El abogado José Humberto Torres publicó el pasado 4 de septiembre una columna de opinión en el portal Zona Cero, con el título ‘Infame discriminación’. En un aparte, mencionó que “(…) De lo ocurrido con el señor Fito Acosta se ha dicho de todo, “que El Caracol lo mandó a recoger para que le pagara la deuda de $3.500 millones que tiene por cuenta de la ladrillera”, “que policías uniformados y en servicio montaron en retén para entregarlo a sus captores”, “que se trata de un ajuste de cuentas por su relaciones “non santas” con algunos personajes del crimen organizado de la ciudad que han regresado a pedir cuentas de sus inversiones”, “que fue un auto secuestro para darse publicidad”, en fin”.
A párrafo seguido, agregó: “Sea lo que sea, más allá de esa mezcla de fanfarronería, chulería afable y el engreimiento que al parecer caracteriza la personalidad del señor Fito Acosta, de quien nada sé, y nada me consta de sus actividades públicas y/o privadas, son las autoridades las llamadas a responder los numerosos interrogantes que se ciernen sobre su caso”.
Y el viernes último circuló una cadena de WhatsApp, en cuyo contenido se afirma sobre ‘el Caracol: “Aquel recordado narco de la época oscura de los 90 que pagó cana (sic) en Estados Unidos y que arregló con los gringos y está aquí y remasterizado (sic), con más plata de la que ustedes se imaginan y dueño de un poco de empresas (…)”.
Reducción de pena denegada
Hora 7/24 conoció, sin embargo, documentos que evidencian que el exnarcotraficante permanece detenido en el Correccional Federal de baja seguridad de Allenwood, en Pensilvania, nordeste de los Estados Unidos.
Uno de los documentos es una declaración jurada que Orlandez rindió el 4 de abril de este año, dentro del último proceso de apelación que presentó contra la sentencia de 40 años de prisión en su contra. Una corte de Nueva York lo condenó el 25 de mayo de 2005, luego de que se declarara culpable de participar en una conspiración de narcotráfico.
En la declaración, ‘el Caracol’ manifestó tener 62 años e informó que su residencia legal actual es “White Deer, PA 17887”. White Deer es un municipio del condado Unión, del estado de Pensilvania, donde se ubica el Correccional de baja seguridad de Allenwood.
El proceso de apelación se inició con la moción que Orlández interpuso en enero pasado, para que se le redujera la pena de 40 años a 22 años y 10 meses. La solicitud fue recibida el día 31 por el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York.
Pero el tribunal profirió el 7 de septiembre –a la semana del secuestro del empresario Acosta– una respuesta negativa. “La apelación se desestima porque carece de una base discutible, ya sea de derecho o de hecho”.
No fue la primera vez que ‘el Caracol’ recibió un ‘no’ a un pedido suyo de rebaja de condena. El 22 de junio de 2017, ese mismo tribunal también lo denegó con el siguiente argumento: “a través de su conducta ha lesionado a innumerables personas, contribuyendo de manera significativa a la epidemia de drogas en este país y amenazando la seguridad del público mediante el uso de sobornos, secuestros y asesinatos por parte de su cartel, lo que ayudó rozar el tejido de la sociedad civil colombiana. El buen comportamiento del acusado en la prisión, por elogiable que sea, es insuficiente para justificar una reducción en su condena”.
Al consultar la web de la Oficina federal de Prisiones (BOP, en inglés) de Estados Unidos, esta informa que la fecha de libertad de Orlandez es el 15 de junio de 2034. Tendrá entonces 78 años.
Con este panorama se distorsionan más las hipótesis del publicitado secuestro de Fito Acosta. Han pasado desde entonces 20 días y aún el Gaula ni ninguna otra autoridad judicial ni Distrital han dado a conocer quién estuvo detrás del supuesto rapto del empresario -si es que fue verdad- o qué fue realmente lo que pasó.
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Extraoficialmente, este medio supo que se revisaron las cámaras de seguridad donde supuestamente, según dijo Fito Acosta, falsos policías instalaron un retén para secuestrarlo, pero en los videos no encontraron nada. Sigue el enigma sobre este caso.
