John Jairo López Del Valle permaneció dos meses internado en la Clínica Adelita de Char a causa de dos balazos que le propinaron el pasado 7 de octubre.
La madrugada de este jueves 7 de diciembre se produjo su muerte, después de que mostrara una mejoría y que incluso estuviera consciente para contarle a sus familiares lo que ocurrió aquella tarde de sábado.
Según él mismo relató a uno de sus sobrinos, eran las 3 de la tarde cuando departía con un amigo en una cancha del barrio La Central, situada en la calle 69A con carrera 5.
Desde la otra esquina avistaron que se acercaba una moto a toda velocidad. El amigo corrió, pero John Jairo se quedó allí asegurando que “el que nada debe, nada teme”.
Pero los sujetos venían directo por él. Por eso cuando John Jairo dio la espalda, el parrillero de la motocicleta le disparó en dos ocasiones: uno en la región dorsal y otro en el antebrazo izquierdo.
En un motocarro, rápidamente fue trasladado por vecinos a la Clínica Adelita de Char de Soledad, donde fue estabilizado y durante varias semanas aguardó por una operación para que le extrajeran los proyectiles.
Sin embargo, “el pasado lunes 4 de diciembre comenzó a presentar problemas de respiración, luego se hinchó y en la madrugada falleció”, contó un pariente a las afueras de Medicina Legal.
Este hombre, de 31 años, era oriundo del municipio de Soledad, vivía junto a su mujer y sus 4 hijos en el mismo barrio donde lo asesinaron.
“Había trabajado como vigilante, escobita y actualmente laboraba en una llantería. Él era un muchacho de bien. No tenía problemas con nadie. Pedimos a las autoridades que investiguen este caso”, agregó el familiar.