En el marco de la Séptima Cumbre de Generales de la Policía Nacional, el comandante de la Metropolitana de Barranquilla, brigadier general Mariano Botero Coy, aseguró que el doble homicidio ocurrido en el barrio Villa Carmen, de Soledad, durante la noche del miércoles pasado obedece a “una retaliación ordenada por alias Franklin Malembe (Franklin Javier González Luna)”.
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“Esa es la típica retaliación de este individuo, porque esos hombres decidieron apartarse, pero él no lo ha permitido. En razón de esto, consiguió a gente de su confianza, llevaron a los dos hombres a un caño y mientras consumían droga, una tercera persona les disparó en la cabeza a ambos, segándoles la vida”, aseguró el oficial.
Según el comandante de la Policía Mebar, ya está plenamente identificado el autor material de este hecho y puso a disposición a un grupo de agentes de la Sijín para que dé con el paradero del asesino.
Por lo pronto, el brigadier general Mariano Botero pidió al comandante de la Policía, general Jorge Hernando Nieto, solicitar el traslado de Franklin Malembe a una cárcel de máxima seguridad, porque desde la Penitenciaría de El Bosque continúa delinquiendo.
Franklin Malembe es señalado por la Policía de ser cabecilla de la banda delincuencial los Papalópez. De igual manera, este sujeto fue paramilitar del bloque norte de las Auc.
Estaban en el lugar equivocado: familiares
Las familias de los dos hombres asesinados el pasado miércoles aseguran que lo dicho por el comandante de la Policía Metropolitana no obedece a la realidad y que fueron víctimas de este hecho por encontrarse “en el lugar equivocado”.

César Cotes Bon indicó que su sobrino Edwin Manuel López Cotes, de 37 años, se aprestaba para salir al cumpleaños de una sobrina, pero antes salió a orinar al caño cuando se percató que un sujeto le disparaba a un hombre que consumía drogas en ese sector.
“Él salió corriendo, pero el tipo le propinó dos tiros. Tenía un buzo blanco el asesino. El que le disparó se fue corriendo y el de la moto huyó solo. Mi sobrino estaba en el lugar equivocado”, contó el pariente de Edwin.
De otra parte, la familia de Jesús Manuel Masco Hernández, de 23 años, reconoció que este se encontraba consumiendo alucinógenos, pero dice que nunca ha tenido problemas con nadie.
“Él estaba en ese arroyo, cuando llegaron los tipos. Mi hijo no tenía problemas con nadie. Vivía conmigo cerca del lugar donde ocurrieron los hechos”, dijo Manuel Enrique Masco, progenitor de la víctima.
