Si había algo que siempre hacía antes de salir a trabajar Deivis René Rada Chaverra, de 27 años, asesinado este viernes de un disparo en la cabeza en la carrera 2 con calle 30, barrio Universal, era darle un beso en la frente a su hijo de un año de nacido.
“Era su bendición, el que lo guiaba y le daba la fuerza. Por su hijo trabajaba y no buscaba problemas con nadie”, aseguró Yaleima Rada, hermana del fallecido, quien dijo que desde que se salió del colegio en octavo grado para dedicarse a trabajar.
Ayer, luego de salir de la vivienda, se dirigía hacia la chatarrería Puerta de Oro, donde laboraba como conductor desde hace cuatro meses.
“Él llevaba la carga y ayudaba al compañero a descargarla. Donde le decían en la empresa que tenía que ir, él iba. Era demasiado responsable, para más decir que no tomaba”, anotó la fémina, a las afueras de Medicina Legal.
Dijo que se enteró del homicidio por unos vecinos que llegaron hasta la residencia y le gritaron: “¡Unos manes mataron a ‘Pity’, mataron a Pity!’”, me dijeron gritando como cariñosamente lo conocen en el barrio desde niño.
La familia solo ha conocido que los homicidas estaban esperando desde muy temprano en el sector a Deivis.
Rada Chaverra era último de cinco hermanos y vivía con sus padres en el barrio San Roque. Sin embargo, ayer caminaba por ese sitio como todos los días, ya que venía de regreso de darle el beso a su hijo, en esta ocasión, el último.