Suspenso hasta el final, como en la ida en Rionegro. Cuatro minutos de adición que fueron eternos. Un rival encima, que vendía cara su eliminación y un Junior que defendía a capa y espada su diferencia de apenas un gol. Rafael Pérez, tras una falta que la sancionaron, le pidió al público que alentara. Igual hizo Jarlan Barrera levantando los brazos. La gente de la tribuna acató el pedido de los dos jugadores. Teófilo Gutiérrez pidió la pelota, como en aquel partido te Equidad, en Bogotá, para no prestársela al equipo contrario. Luis Díaz hacía lo mismo llevándosela hasta la banderola del tiro de esquina. José Chunga demoró a propósito un saque y se hizo sacar la amarilla por ganar tiempo.
En fin, un partido jugado por todos, manejado con la experiencia de tantas batallas disputadas. Se trataba de asegurar el cupo a la final de la Liga y Junior lo consiguió por novena vez en torneos cortos. La octava estrella quedó a 180 minutos del equipo rojiblanco, que sufrió más de la cuenta, pero que terminó celebrando y aclamado por su hinchada.
El primer tiempo fue tranquilo para Junior, que sin pisar a fondo el acelerador le dio trámite al partido ante un rival que no hizo nada para inquietarle. Jarlan Barrera dio el primer campanazo de alerta arrancando el partido cuando remató de zurda un centro de Gabriel Fuentes. La pelota se fue ligeramente desviada del pórtico defendido por Lucero Álvarez.
El que no falló fue James Sánchez, en el minuto 18, al empalmar de primera un servicio de Jarlan y lo depositó en el arco de Rionegro Águilas. Gran gesto técnico de Sánchez, que remató contra el piso y dejó sin posibilidades al portero visitante.
Sobre el minuto 29, en una jugada discutida, el árbitro Mario Herrera, apoyado en su asistente Humberto Clavijo, invalidó una jugada de gol de Teófilo Gutiérrez por supuesto de lugar de Luis Díaz.
El segundo tiempo fue a otro precio. Rionegro Águilas salió con otra actitud y en un cobro con pelota quieta de Carlos Ramírez encontró el empate con la complicidad de José Luis Chunga. El cobro de Ramírez picó en el área chica y le rebotó a Chunga, que luego la manoteó y se la dejó servida a Daniel Muñoz, que la mandó a guardar en el arco del Junior.
Rionegro Águilas le quitó la pelota al Junior y continuó acercándose con peligrosidad a la portería rojiblanca. Humberto Osorio Botello, con un disparo cruzado que se fue por fuera, le detuvo la respiración a más de un aficionado rojiblanco.
Chunga, que estuvo comprometido en el gol de Rionegro Águilas, se reivindicó en el minuto 30 con un cabezazo de Hanyer Mosquera que iba pidiendo red. El arquero del Junior, en una gran estirada, evitó la caída de su valla enviando la pelota al tiro de esquina.
Junior tuvo la oportunidad de liquidar el partido y la serie en el minuto 32 con un contraataque en el cual Teo Gutiérrez habilitó a Jarlan Barrera, que la estrelló en el vertical.
Los últimos minutos fueron dramáticos, porque Rionegro Águilas cada vez que levantaba la pelota al área del Junior generaba zozobra. Solo cuando el árbitro señaló el final le volvió el alma al cuerpo a los junioristas, acostumbrados a sufrir con su equipo amado, pero felices de verlo otra vez en una final, la primera de dos que tiene fijadas como objetivo.