Bate corrido para alcaldes de poca monta que pretenden, en nombre de Cambio Radical, ‘chupar rueda’ de la popularidad y alta aceptación entre las masas del mandatario de Barranquilla, Alex Char.
Las exitosas ejecutorias de Alex Char y Elsa Noguera en la administración Distrital generaron el boom del partido Cambio Radical, ganándose la confianza de los electores y de allí su hegemonía en el poder local, desbordado a municipios del Área Metropolitana y hacia otras poblaciones del departamento.
Revisando un poco el comportamiento de las administraciones, llego a la conclusión que en Cambio Radical no todo lo que brilla es oro. Alcaldes avalados por ese partido como Steimer Mantilla en Puerto Colombia, Carlos Silvera en Galapa y Efraín Bello en Malambo, están fracasando estrepitosamente.
Mantilla, heredero del controvertido Altahona, ha dado continuidad a sus postulados, viajes, fiestas y brazos cruzados ante los temas neurálgicos y necesidades de Puerto Colombia, que ve como muere hasta el incipiente turismo criollo que era el sustento de muchas familias en esa zona.
En Galapa,‘Beto va’, sí, Beto va hacia el abismo, y de paso se lleva a esa importante población. En manos de Carlos Silvera, a quien sus amigotes le llaman Beto, Galapa termino de descarrilarse, pasando de municipio con auge industrial, a “corredor del terror y la muerte” la delincuencia está disparada, la inseguridad azota la población, no hay obras de infraestructura, pero sí fiestas de máscaras, canutillos y lentejuelas.
Silvera fue elegido para completar el periodo iniciado por otro de mediocre desempeño, José Fernando Vargas, hijo pechiche del polémico Gordo Vargas, a quien señalan en Galapa como el alcalde en la sombra y Beto Silvera, simplemente, su títere favorito.
En Malambo todo fue ilusión y promesas de campaña. De bello, ¡Malambo no tiene nada! Y es que el alcalde Efraín Bello, también de Cambio Radical, ha perdido todos los rounds, la inseguridad reina en el municipio, el servicio de agua potable y alcantarillado es pésimo, el fenómeno del transporte ilegal va en pleno crecimiento y en los barrios aumenta el caos social.
Curiosamente, a estos municipios no se les conoce Primera Dama…Desolador panorama, menos farándula y a trabajar señores… ¡Seguimos bateando ¡