El vigilante informal del edificio en construcción Alfa, del barrio Villa Santos, norte de la ciudad, no murió de un paro cardíaco como muchos pensaron, al verlo tendido sobre una colchoneta, boca arriba, con sus manos en la nuca y el celular en el pecho.
Andrés Manuel Anaya Campos, de 47 años, falleció a causa de dos impactos de bala que le propinaron en la región auricular con orificio de salida en la región occipital, según determinaron los peritos del CTI.
Este fue hallado por personal de la obra sin signos vitales, en el interior de la construcción que se lleva a cabo en la calle 106 No. 49E – 11.
El ingeniero encargado de los trabajos manifestó a la Policía Metropolitana que no se hurtaron ninguno de los elementos de la construcción y que difícilmente se pueda determinar a ciencia cierta lo ocurrido porque no hay cámaras de vigilancia.
El CTI de la Fiscalía se encargó de realizar la inspección técnica y levantamiento del cadáver.
Los investigadores judiciales esperan recopilar información acerca de los móviles de este crimen a través de entrevistas de campo a familiares y compañeros de trabajo.