La Contraloría General de la República dio a conocer que una ferretería era la encargada de suministrarle a la Alcaldía de Cartagena las pechugas de pollo que esta compraba por 40.000 pesos cada unidad.
La ferretería en cuestión se llama La Nueva Esperanza. Al registrar la base de datos de la Dian, la Contraloría encontró que “no aparecen reportes de declaraciones de IVA por el contribuyente Comercializadora La Nueva Esperanza SAS”.
Según el organismo de control, el contratista Consorcio Proescolares se quedó con el suministro del Plan de Alimentación Escolar en Cartagena para el segundo semestre de 2016, un contrato por valor de $15.831 millones de pesos.
No obstante, en diciembre de ese año se comprometieron 7.886 millones de pesos de vigencias futuras para cubrir 28 días calendarios más. Para esto, el Consorcio Proescolares solicitó un anticipo por $4.749 y presentó como soportes el valor de un kilo de pechuga (7.000), un kilo de carne (11.000), un kilo de carne molida (10.000) y otro de bofe (9.000) ante la fiducia encargada de vigilar el destino de esos recursos.
No obstante, la Contraloría señaló que los precios se incrementaron mucho cuando fueron presentados ante la Alcaldía de Cartagena. El kilo de Pechuga pasó de $7.000 a $40.000; el kilo de carne, de $11.000 a $25.000; el kilo de carne molida, de $10.000 a $38.000; y el de bofe de $9.000 a $15.000.
En un comunicado, el ente de control explicó que “el contratista indicó que invirtió entre otras, la suma de $2.539 millones en compra de alimentos para la elaboración de las raciones alimentarias. Situación que no fue debidamente verificada por el Distrito”. Además, cuestionó que las autoridades de esa la ‘Heroica’ no escucharon las alarmas que en ese sentido emitieron veedores ciudadanos.